¿Qué es y para qué sirve la hipnosis? La hipnoterapia puede ser un método eficaz para afrontar el estrés y la ansiedad. En particular, la hipnosis puede reducir el estrés y la ansiedad antes de un procedimiento médico, por ejemplo una biopsia de mama. Se ha estudiado la hipnosis para otras afecciones, entre ellas: Control del dolor.
Nadie sabe con certeza los orígenes de la hipnosis. Desde los albores de la historia existen muchos indicios de que los hombres de todas las culturas utilizaban procedimientos hipnóticos con fines curativos; entre ellos, el alivio del dolor. Los estados de “trance” están descritos desde muy antiguo. En las culturas no occidentales se empleaban sobre todo por parte de los “curanderos” o “sacerdotes”, siendo generalmente ellos (los curanderos) quienes entraban en estado de trance como parte de las ceremonias de curación. Los antiguos pueblos como los mayas, los aztecas, los persas y los griegos utilizaban la hipnosis como medio de curación. Los sacerdotes o los brujos provocaban un estado llamado “sueño mágico” a través de la imposición de las manos o rituales caracterizados por cantos y bailes con un ritmo monótono. La hipnosis es una vieja ciencia al servicio de una nueva humanidad. Los egipcios hace unos 3.500 años la llamaban la cura del sueño. Tanto en Babilonia como en Grecia y también en Egipto era empleada con distintos fines médicos. Es a partir del siglo XVIII cuando comienza a ser utilizada de forma abierta, a raíz del descubrimiento del “magnetismo animal”, por Franz Anton Mesmer. Mesmer fue el precursor de la hipnosis en el siglo XVIII. La hipnosis, tal como hoy la conocemos, empezó hace dos siglos en Francia. La palabra “hipnosis” (de una palabra griega, “hypnos”, que significa sueño) fue definida por James Braid en 1843.